Del nombre del proyecto: La Co-Herencia

Coherencia y Co-Herencia. Atribuir al lenguaje coincidencias puede resultar un tanto mezquino. Así la bipartición de la palabra coherencia y la generación del concepto que inspira este proyecto no tienen por qué obedecer a alguna casualidad o juego de palabras sin contenido y puede ser mucho más que una transformación puramente comercial, promocional.

De manera sencilla y restringiéndonos al ámbito del proyecto, por co-herencia se puede entender un traspaso de conocimiento, más aún una interacción generadora del mismo. Lo cual, ineludiblemente, implica la comprensión del otro. Esfuerzo que demanda no solo conocer el sistema de principios y acciones del agente sino darle cierta valoración e incorporarlo a la estructura propia, forjando con este un territorio común. Para lo cual es necesario encontrar en el agente cierta racionalidad, la cual se cristaliza en el descubrimiento de una consecuencia entre sus principios y acciones (Quintanilla, Pablo 2001). Dicotomía que cuando articulada algunos conocemos como ser coherente.

Es entonces en la viabilidad de este espacio compartido que se puede vislumbrar una relación tangible entre los dos términos citados, es aquí que el hecho de que una palabra se derive de la otra adquiere cierta significancia. Constituyendo finalmente una relación de tipo causal en donde para la consecución de la comprensión del otro, de la co-herencia es necesario el reconocimiento de partes coherentes.


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Este blog quiere ser y hacer es-pa-cio. Espacio donde interactúen contenidos y formas todas, respecto a lo que sea que entienda cada uno por proyecto país: cada generación, con sus peculiaridades y perfiles distintos. Nunca más diálogo sordo. Una política humana. Humana.

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